Vocación, opciones, mundo: ¡¿Adónde voy?!
Las Hermanitas Pastorcitas de la comunidad de Londrina/PR recibieron a dos jóvenes para una reunión el domingo 14 de abril. Fue un momento muy significativo donde se rezó la Palabra y la Vida. El tema que guió el encuentro fue la sed y la búsqueda de escuchar la llamada que Jesús hace a cada persona, en un contexto mundial que no siempre favorece la experiencia de la fe en el camino cristiano.
Somos seres en construcción
Lo que somos, lo que hacemos y lo que dejamos de hacer revela y delinea más claramente nuestra propia identidad. En esta interacción: yo, el mundo, los demás, las cosas, se forma una forma de ser, de vivir y en cada mirada, en cada gesto, en cada palabra, se van construyendo relaciones. En todo queda algo de nosotros que, de alguna manera, impacta en los demás y en nuestro entorno. Nada de lo que hacemos pasa sin dejar “marcas”.
En busca del Maestro
A la luz de la Palabra de Jesús en Juan 1:38, reflexionamos sobre las búsquedas personales, sobre cómo se suceden. Jesús preguntó a quienes lo seguían: “¿Qué buscáis?”, pero hoy continúa preguntando: “¿Qué buscáis? ¿Como se ven? ¿Qué están buscando?" Es importante detenerse y escuchar el propio corazón porque en un contexto de innumerables oportunidades y propuestas es fácil confundir las decisiones existenciales que tomamos.
Un momento con Jesús en el “Desierto Espiritual” ayudó a las jóvenes a mirar su realidad personal y a preguntarse sobre su propio camino, su vida. Correspondió a cada uno responder a sus búsquedas y lo que hará específicamente para responder a la vocación a la que Jesús los llama.
Que Jesús Buen Pastor ayude a cada joven a crecer en la conciencia de que el Amor de Dios marca nuestra vida y que nuestras acciones y elecciones manifiestan la maduración de nuestra fe y la vivencia de la vocación a la que fuimos llamados.
Gracias a las hermanas Ângela, Aneti y Salette por acoger a las jóvenes y por el hermoso trabajo conjunto en la promoción de la vida y las vocaciones en la región de Paraná/Brasil. Sigamos en comunión de oración y misión.
Hna. Eunice Grespan, sjbp
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