La esperada semana de preparación a la ordenación del diácono Manoel Gomes da Silva Filho, ssp, tuvo lugar del 12 al 16 de agosto, en la parroquia de Calçado, diócesis de Garanhuns/PE, su tierra natal.
Previamente se formaron equipos de trabajo misionero, cubriendo con Capillas la ciudad y nueve comunidades rurales, participando los demás en las capillas más cercanas a sus realidades.
Estuve de misión en 3 comunidades rurales, moviéndome de una a otra. Visitamos familias, oramos y reflexionamos sobre la Palabra de Dios, donde abordamos temas vocacionales y motivamos la participación en el gran día de la ordenación. También se visitaron escuelas rurales con dinámicas propias, según las diferentes edades. El entusiasmo fue grande y hubo mucha participación.
Fue una experiencia de gran armonía, alegría y paz. Encontramos muchos desafíos, dificultades de salud, transporte, cumplimiento de políticas públicas, rivalidades políticas y otras cosas... Pero, sobre todo, también tuvimos cosas buenas, el fuerte deseo de tener esta experiencia de participar en una ordenación sacerdotal. Por primera vez la Parroquia se preparaba para una celebración nunca antes vista, pues, a pesar de tener sacerdotes hijos de la tierra, todos fueron ordenados en otro lugar. Fue emocionante y la gente pudo vivir la experiencia.
El equipo que participé recorriendo las comunidades estaba formado por: el padre Danilo, ssp, el seminarista Vinícius, ssp y yo, y personas que integraban el equipo ya estábamos esperando en las comunidades, acompañándonos y ayudándonos.
El Padre Danilo salió con los ministros de la Eucaristía, visitando y atendiendo a los pacientes encamados. Vinicius, con dos personas de la comunidad, cubrimos una parte del territorio y yo, Sr. Béte, con otras dos personas cubrimos otra parte. Y así recorremos el camino llevando a cabo la misión en las comunidades: Pitombeiras; Lajeado dos Pintos; Mío desde abajo y Mío desde arriba.
Durante estos días recordé mucho de nuestra misionera, Sor Eugênia Pedroza, de grata memoria, porque donde estaba es en el límite con el municipio de Canhotinho, su ciudad natal. Hubo alguien de la primera comunidad que comentó de ella diciendo: su prima me dijo que falleció a principios de año y que era una Hermana muy misionera.
Todo preparado: quienes pueden viajar tuvieron la gratificante experiencia de presenciar una ordenación sacerdotal. La primera misa del padre Manoel fue en la comunidad de São José, zona rural – Melancias, donde fue bautizado, tuvo la catequesis de primera comunión y confirmación y se dedicó a la labor pastoral. Esta celebración finalizó con un homenaje de sus catequistas, ¡y qué homenaje!
Me siento feliz de poder participar de este momento tan significativo como Familia Paulina y demos gracias a Dios por esta vocación que nos concede el Maestro Pastor.
Hna. Elisabéte Martins, sjbp
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