Del 1 al 4 de julio hemos tenido la gracia de participar en una Misión, desde la Parroquia San José Obrero y el Liceo Francisco en la cual colaboramos desde la Pastoral. El Liceo Francisco cuenta con estudiantes con realidades de contextos vulnerables, y la participación de 30 estudiantes fue una oportunidad para compartir días de profundo crecimiento personal y espiritual.

Nos sumamos a la propuesta del Liceo Stella Maris de Montevideo con la presencia de 100 jóvenes provenientes de realidades y contextos diferentes a nuestros jóvenes de Paysandú, fue un gran intercambio enriquecedor entre ellos como en los miembros de nuestras capillas. Estos días logramos visitar y compartir momentos llenos de amor y hermandad con las comunidades de Santo Domingo y Nazareth.
En cada encuentro ha sido una oportunidad para vivir con alegría y entusiasmo un servicio generoso, fortaleciendo nuestra fe desde una cultura de encuentro como nos subraya el Papa Francisco que suena actual incluso a los hombres de hoy, demasiado «acostumbrados a una cultura de la indiferencia» y por eso necesitados de «trabajar y pedir la gracia de construir la cultura del encuentro, de este encuentro fecundo, de este encuentro que restituya a cada persona la propia dignidad de hijo de Dios, la dignidad de viviente».
Asimismo, hemos experimentado cuando miramos desde los extremos de las periferias un sabor de evangelio que humaniza en el interés por el otro descentrándose de la autosuficiencia y nos impulsa a salir de nuestra zona de confort e individualismo muy marcado en nuestra cultura. Esto anima a renovar la esperanza en un Dios que nos primerea que camina siempre a nuestro lado abriéndonos a la novedad que interpela, y fortalece nuestro compromiso de caminar junto desde la fe con el hermano.
Comunidad de Paysandú, Uruguay
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