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Beato Santiago Alberione

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Las Hermanas Pastorcitas somos parte de la Familia Paulina, que tiene en el Beato Santiago Alberione el común padre y Fundador, un profeta de los tiempos modernos que ha sabido comprender el rol insustituible de la mujer al servicio de la Iglesia.  

Tal vez la nota más audaz de sus fundaciones es la de haber confiado a la mujer consagrada el ministerio pastoral de la “cura d’anime”.

Pero dejemos que sea el mismo P. Alberione que nos cuente los inicios de la Familia...

La noche que dividió el siglo pasado del corriente (31.12.1900 al 1º.1.1901) fue  decisiva para la misión e specifica  y el espíritu  particular con que habría de nacer y vivir su futuro apostolado. Después de la misa solemne de medianoche en la catedral (Alba) se hizo la adoración solemne  y prolongada ante el  Santísimo expuesto… De la Hostia vino una luz especial:  

mayor comprensión de la invitación de Jesús:

“venite ad me omnes” “Vengan a mi todos” (Mt 11,28).

Algunos años después…

«Apenas ordenado sacerdote fui enviado como vice-párroco a una Parroquia de Piamonte. Era felicísimo; esto respondía plenamente a mis deseos: ser pastor de almas.»

 

En el breve período en que ejerció el ministerio pastoral parroquial, intuyó el valor y la complementariedad del ministerio pastoral de la mujer “asociada al celo sacerdotal”, según la Palabra del Génesis y la experiencia de la primera comunidad cristiana. En los primeros años de su sacerdocio vio la necesidad de una Congregación de Hermanas dedicadas exclusivamente a la misión pastoral, junto a los Pastores, para la vida del rebaño. Hermanas que hicieran de la edificación de la comunidad cristiana la obra de la propia misión.

 

La intuición inicial tomó consistencia hacia 1936, y el 7 de octubre de 1938 se abrió la primera casa de la Congregación en Genzano, Roma. La aprobación de derecho diocesano nos fue concedida el 23 de junio de 1953; pocos años después, el 29 de junio de 1959, el Papa Juan XXIII concedió la aprobación pontificia.

El 26 de noviembre de 1971, a la edad de 87 años, confortado por la visita y la bendición del Papa Pablo VI, Alberione deja la tierra para regresar a la Casa del Padre.


Ha sido beatificado por el Papa Juan Pablo II, en Roma, el 27 de abril del 2003.

Para comunicar las gracias obtenidas y pedir información y recuerdos:

Postulador General de la Familia Paulina
vía Alessandro Severo 58-00145 ROMA
posgen@paulus.net

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