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Espiritualidad

Como el Buen Pastor

Las Hermanas de Jesús Buen Pastor – Pastorcitas, tenemos como centro de nuestra vida la persona de Jesús Buen Pastor, según el Evangelio de Juan 10,11: “Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas”; nuestra espiritualidad es nutrida por la Palabra de Dios y por la Eucaristía. El Beato Santiago Alberione, Fundador de la Congregación, nos exhortaba: “Miren siempre a Jesús Buen Pastor y vivan como Él”. El Pastor que ama a su rebaño, conoce a sus ovejas, se deja conocer por ellas llamándolas por su nombre.  

 

Estamos llamadas a entregar la vida, como el Buen Pastor, que la dió libremente. Vivimos esta entrega en la alegría y según el espíritu del Fundador, que decía: “¡Si ustedes conocieran verdaderamente su vocación, serían más alegres que el ruiseñor que canta entre las ramas!” .

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A ejemplo de María

El Beato Santiago Alberione, desde niño, fue muy devoto de María. Como Fundador, dejó a toda la Familia Paulina la devoción a María Reina de los Apóstoles, y quiso que nosotras, Pastorcitas, invocáramos a María con el título de Madre del Buen Pastor.

 

Esta era una devoción presente en la Iglesia, difundida por los Frailes Capuchinos ya desde 1703, sobre todo en España y en América Latina, y también en algunas regiones de Italia, como Sicilia, Calabria, Toscana y Parma.

 

El Beato Alberione contribuyó a la iconografía de la devoción: pensaba en María Pastora de pie (y no sentada, como la difundida por los Capuchinos). Así, hizo representar en el mosaico de Casa Madre, en Albano Laziale (Roma), a María que nutre el rebaño, con la presencia de Jesús pastorcito al centro. Muchas veces encontramos en sus predicaciones la referencia a María Pastora al pie de la Cruz, como ha sido representada en el actual mosaico de la Casa Generalicia.

 

A ejemplo de María, la Madre del Buen Pastor, vivimos la colaboración en el ministerio pastoral de Cristo, como “madres y hermanas” de todos aquellos que forman parte del pueblo de Dios.

Los Santos Apóstoles Pedro y Pablo modelos de Pastores

 

“Debemos considerar los Santos Apóstoles Pedro y Pablo,

rezarles e imitarlos porque fueron los máximos pastores de la Iglesia y porque tuvieron un gran amor a Jesús y a las almas.

Un amor “sumo“ a Jesús y a las almas «hace» la Pastorcita”

Beato Santiago Alberione

 

En la misión pastoral nos inspiramos en los Santos Apóstoles Pedro y Pablo: del primero aprendemos a servir al pueblo de Dios con gratuidad, en fidelidad a Cristo y a la Iglesia, y del segundo recibimos el coraje de buscar las formas más adecuadas para la evangelización.   

 

El Beato Alberione aprecia las características diversas de los dos Apóstoles, pero resalta en ellas el mismo fundamento: el seguimiento de Jesús. Ambos se convierten en modelos de pastores en la medida en que viven el seguimiento hasta las últimas consecuencias: dar la vida por el pueblo de Dios. 

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