El pasado lunes 17 de enero, con gran alegría y júbilo celebramos los primeros 50 años de presencia pastoral en nuestra Iglesia venezolana. El tiempo de preparación para esta celebración nos permitió nuevamente acercarnos al recorrido que se vuelve historia de salvación, donde tantas hermanas se hicieron participes emprendiendo la misión en comunión con los pastores y pueblo de Dios; tantas personas que de manera incondicional acogieron con sencillez la diversidad de nuestro carisma, fortaleciendo así la labor pastoral, primeramente en la región occidental del país (ciudad de Araure Edo Portuguesa), luego en la región oriental (ciudad de Barcelona/Edo Anzoátegui) y luego en la región central haciéndonos presentes en Caracas, la capital del país.
Ciertamente como en toda historia no han faltado los aciertos y desaciertos, las anécdotas y seguramente algunas incomprensiones vividas, pero estamos ciertas que la mayor parte está escrita por la presencia delicada del amor del Buen Pastor, quien fue guiando cada paso para que la huella dejada fuese imborrable. El testimonio de tantos que aún agradecen, anhelan nuestra presencia y sirven en sus parroquias al estilo de las Pastorcitas, así lo confirma.
La celebración Eucarística fue ofrecida como acción de gracias, y debido a la situación pandémica, tuvimos que hacer una selección en nuestros feligreses de las tres parroquias donde actualmente llevamos la misión pastoral; a los demás les invitamos a participar a través de la transmisión por las redes sociales. Dicha celebración fue presidida por Monseñor Jorge Aníbal Quintero, Obispo de esta Diócesis, quien muy gustosamente preparó unas bellas palabras elogiando y agradeciendo nuestra presencia y labor pastoral, así también participaron varios sacerdotes párrocos y amigos.
Agradecemos a Dios por tanto amor y misericordia, por los frutos de tanta dedicación, sobre todo por las vocaciones que ya somos parte de la Congregación y por las que Jesús Buen Pastor está preparando para continuar tan sublime ministerio.
Hna. Luisa Melania y comunidad
