El período estival del Centro Pastoral de Fermentim, "Jezusi Bariu i mirë", fue intenso y rico: en los meses de junio y julio, los niños y jóvenes participaron en los campamentos de verano, que hemos estado poder ofrecerlos desde hace algunos años, gracias a quienes nos siguen brindando los medios necesarios para vivir estas experiencias de muy buen crecimiento humano, espiritual y para fortalecer la salud física de nuestros hermanos menores.
Desde finales de junio hasta mediados de julio estuvimos alojados en Kryezi, en Fushë-Arrëz, en una casa que los padres capuchinos, especialmente el padre Andreas Waltermann, y la hermana Gratias Ruf, misionera, ofrecen desde hace algunos años con generosidad para el período de los campos escolares. En Kryezi vivimos los dos primeros campamentos, en junio con los niños de la primera comunión y en julio con los niños que recibieron la confirmación, quienes, acompañados por nosotras, las pastoras y los animadores, fueron invitados a seguir creciendo en el autoconocimiento. en la relación con Dios y con los demás, a la luz de la Palabra de Dios, en particular del camino de Moisés y del Evangelio de Mateo. Día tras día crecía un clima de fraternidad, favorecido por una nueva manera de estar juntos y de darle ritmo al día: tiempo de oración, reflexión personal y grupal con talleres relacionados, servicios, deportes, tiempo de juego, descubrimiento de los recursos de el lugar, inmerso en el verdor de la montaña, con aire y agua limpios y frescos. En ambos campos de Kryezi fue significativa la presencia de un matrimonio que, además de haber ofrecido su servicio en la cocina, fue un testimonio edificante para los niños y jóvenes.
El tercer campamento, celebrado a finales de julio, reunió a un grupo más variado, que incluía niños de hasta trece años. Esta vez el destino fue Velipoja, que desde hace tres años nos recibe como huéspedes en el camping de la Orden de Malta "Maltezer", donde se nos ofrece un gran beneficio para la salud de nuestros niños, que así tienen la posibilidad de respirar mar. al aire todos los días y, al mismo tiempo, abrirse a las relaciones con grupos de otras diócesis, creciendo en experiencias de integración con otros chicos.
Damos gracias al Señor por todo el amor que hemos recibido en este tiempo de verano, por la generosa providencia con la que ha venido al encuentro de los niños y jóvenes de Fermentim y sus familias, a través de quienes han abierto la puerta de su corazón y hecho disponibles de forma gratuita, especialmente aquellos jóvenes animadores de Fermentim que donaron parte de su tiempo de verano poniéndose al servicio de los más pequeños.
Que el Buen Pastor siga dándonos luz, guiándonos y bendiciéndonos.
Hermanas Pastorcitas, Fermentim – Shkodër
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