Los días 15 y 20 de junio tuvimos la oportunidad de vivir un campamento escolar en Cassego-Sestri Levante con niños de primero y segundo de primaria. Fueron momentos intensos, hermosos y profundos.
El texto evangélico que nos acompañó fue Juan 4, la mujer samaritana, con el tema: “CARA A CARA”, porque cuando una persona se encuentra por primera vez con otra que no conoce, es un extraño para el otro. Esto también sucedió con Jesús, un extraño para la mujer samaritana y ella un extraño para Jesús. Pero, al abrir nuestro corazón, a través del diálogo, descubrimos que también nosotros somos extraños para nosotros mismos, porque de nosotros salen cosas nuevas que no sabíamos. No sabemos, de forma positiva y negativa, cuál puede ser un descubrimiento que nos enriquezca, pero también debemos confiar y confiar.
Esta experiencia nos ayudó a entrar profundamente en nuestro pozo interior, donde descubrimos nuestras fortalezas, debilidades, defectos, incertidumbres, miedos, pero también esperanzas de nuestra vida diaria. Nos llamó mucho la atención el entusiasmo de los animadores, su capacidad organizativa y su responsabilidad en la misión de animar el campamento. Hicieron todo con amor y dedicación. Tuvimos una gran experiencia y también construimos nuevas relaciones con los niños, sus padres y los animadores, junto con la cálida acogida de la comunidad parroquial y de nuestras hermanas de la comunidad de Sestri.
Después de esta experiencia, del 02 al 31 de agosto estuvimos en la comunidad de Verona "Casa Alberione" y Negrar "María Madre del Buen Pastor". Fueron momentos de compartir nuestras alegrías, nuestras vidas, nuestras luchas con nuestras hermanas mayores y nuestras oportunidades. para ayudar en diversos servicios.
De esta experiencia hemos aprendido que es posible vivir el diálogo y la convivencia entre dos generaciones, que necesitamos algo más para vivir y que podemos construir comunidades integradas.
Nos impresionó mucho ver a nuestras hermanas que dieron su vida en la misión por amor a Jesús y aún hoy lo siguen, ofreciendo sus oraciones por las misiones, por los jóvenes en formación, por los bienhechores y también por las familias. Nos edificó descubrir cómo las hermanas se ayudan unas a otras, a pesar de sus dificultades y limitaciones.
Damos gracias a Jesús Buen Pastor por esta gracia que nos ha dado para vivir los meses de verano: todo nos ha ayudado a crecer en la relación de amor.
Hna. Atija Albino e Hna. Jacinta Gaspar, sjbp
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