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Un encuentro jubilar

“Mirar siempre al Buen Pastor y vivir como él vivió”. Estas palabras de nuestro Fundador, el P. Santiago Alberione para nuestras primeras Hermanas Pastorcitas se ha convertido en un programa de vida que estoy llamada a seguir.

Jesús Buen Pastor, gracias por morir por mí, amarme incondicionalmente, sostenerme fielmente con coraje, cuando tengo miedo, esperanza, cuando estoy a punto de rendirme, paciencia, para soportar los desafíos diarios de la vida y encontrar alegría. en hacer tu voluntad.




Junto con todas las hermanas de la Provincia de Filipinas-Australia-Saipán-Taiwán, mi profundo agradecimiento al Señor por los 59 años de presencia Pastoral en Filipinas y los 25 años de mi profesión Religiosa.




Es un gran regalo que la Provincia me haya permitido extender mi acción de gracias a las diócesis de San Fernando, La Unión y Borongan Eastern Samar, y a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en la ciudad de Matti Digos, donde ministré durante algunos años en estos lugares antes de partir. para Australia en 2019.




Los diferentes encuentros fueron encuentros de gratitud por nuestra presencia y ministerio pastoral en diferentes comunidades, de alegría de estar juntas nutridas e iluminadas por el compartir de vida de cada una, y con la esperanza de inspirar a las jóvenes a responder a la invitación de Dios a la vida religiosa.


Agradezco a Hna. Doreen Bentley, su gran corazón para acompañarme con la alegría de su presencia a pesar de la incomodidad del clima cálido aquí en Filipinas. Y al resto de nuestras Hermanas en Australia, Saipan, Taiwán e incluso a aquellas que están en comunión conmigo en espíritu, a través de sus oraciones y apoyo moral.


El pasado 15 de mayo me uno a todas las hermanas que también están celebrando sus aniversarios de profesión. La celebración se llevó a cabo en la Basílica Menor del Santuario de Nuestra Señora del Carmen. El P. Mario Sobrejuanite, Superior Provincial de la Sociedad de San Pablo, presidió la celebración eucarística junto con otros 10 sacerdotes.


En la oración de acción de gracias por el don de los consagrados, pedimos a cada uno la bendición de Dios por su fidelidad y perseverancia y la gracia de enviar más trabajadores a su viña.


Efectivamente fue una jornada alegre de acción de gracias con la presencia de la Familia Paulina - SSP, PDDM, IOLA, APC y otras personas consagradas, colaboradores laicos y amigos. En verdad, el Señor es mi Pastor, nada me faltará.

Hna. Josefina Labata, sjbp


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