“Con 'Jacinto' renovamos nuestra fe”
Del 24 al 28 de octubre 2023, en la Diócesis de Salto - Uruguay, se llevó a cabo una misión rural, organizada por la Junta Diocesana de Consagrados.
En el marco de la peregrinación de las reliquias del nuevo Beato Mons. Jacinto Vera (primer Obispo uruguayo), salimos al encuentro de nuestros hermanos, para compartir y renovarnos en la fe, junto a aquellos que son parte de una de las periferias uruguayas.
La parroquia San José es la más extensa en territorio, abarcando muchas comunidades rurales distanciadas, lo que genera la experiencia de cierta ausencia pastoral. Por esto se nos invitó a caminar con las reliquias de un Beato que anduvo a caballo todas estas tierras, instándonos a renovarnos comunitariamente en la fe. Ciertamente caminamos en la confianza de que Jacinto intercedía y acompañaba este peregrinar.
La comunidad misionera la componían dos sacerdotes y un hermano religiosos, tres hermanas religiosas, un laico consagrado, dos catequistas, dos jóvenes (una en discernimiento vocacional). Experimentamos la belleza y riqueza de la diversidad de nuestra Iglesia en un clima fraterno precioso. Una comunidad intercongregacional (de cinco Congregaciones diferentes), internacional (había uruguayos, colombianos, argentinas y mexicanas), intergeneracional e intercultural.
Propio de estos tiempos, y sobre todo en la pobreza de estas tierras laicistas, donde escasean las vocaciones consagradas, encontramos como un camino provechoso el encuentro de nuestras pobrezas, para enriquecernos mutuamente, “en nuestras fragilidades Dios nos hace fuertes”. Nos dimos como las monedas de la viuda: Congregaciones con pocos hermanos, laicos con mucho trabajo, pero con generosidad, y fuimos testigos de cómo sobreabundó la Gracia.
En lo personal, fue una experiencia preciosa en mi ser Pastorcita, que me reafirma y renueva en la opción, que reconozco formativa en mi concepción de Iglesia en apertura a este tipo de trabajo pastoral “inter” y del que me vi enriquecida con la mirada desde otras perspectivas y formaciones. Doy gracias por esta oportunidad, también a mis hermanas de comunidad, quienes debieron asumir mis compromisos en mis días de ausencia, lo que confirma que los SÍ son dados por toda una comunidad, aunque uno solo vaya a la tierra de misión. ¡Deo Gratias por este tiempo y por la obra de Dios en estas tierras!
Hna. Gabriela Cavallero, sjbp
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