Reuniones Intercomunitarias 2025
- Suore Pastorelle
- hace 14 horas
- 3 Min. de lectura
Durante el mes de octubre de 2025, nosotras, las Hermanas Pastoras de la Provincia de Jesús Buen Pastor, con sede en Caxias do Sul/RS, participamos con alegría en tres encuentros intercomunitarios marcados por la oración, la fraternidad y la reflexión pastoral. Estos encuentros, parte de nuestra formación continua en preparación para la misión, tuvieron lugar los días 6 y 7 de octubre en Londrina/PR y, posteriormente, los días 18 y 26 de octubre en Caxias do Sul. Contaron con la asistencia y coordinación del equipo del Gobierno Provincial y fomentaron la participación de todas las comunidades, fortaleciendo los lazos de comunión y el sentimiento de pertenencia a la misma misión.

Fueron días de escucha, diálogo y compartir, en los que experimentamos de forma concreta el caminar juntos, una característica esencial de nuestro carisma. En cada encuentro, renovamos nuestro deseo de ser comunidades que viven y dan testimonio de la comunión, colaborando para que el rostro del Buen Pastor se haga visible entre la gente.
En la oración inicial, nos dejamos inspirar e iluminar por la Palabra de Efesios 2:14-16: «Cristo es nuestra paz, que ha unido a ambos pueblos». Mediante la actividad del rompecabezas, fuimos invitados a armar juntos el rostro de Jesús, símbolo de la unidad que nace en la diversidad. Cada pieza colocada nos recordó que solo unidos podemos manifestar el verdadero rostro de Cristo, pues en el aislamiento no expresamos la plenitud de su amor. Esta experiencia nos llevó a reconocer que la comunión no es la ausencia de diferencias, sino el arte de integrar diversos dones y caminos en torno a un mismo centro: Jesucristo. De igual modo, en la misión de la Iglesia existe una diversidad de dones y perspectivas, pero solo en la unidad puede Cristo revelarse en un mundo lleno de divisiones y extremismo.
A continuación, reflexionamos y compartimos, tanto a nivel personal como comunitario, sobre el tema previamente estudiado: «Modelos de Iglesia y fundamentalismo religioso para acompañar el camino de la evangelización». A partir de la reflexión personal y comunitaria, reconocimos los desafíos del tiempo actual, marcados por el extremismo, la polarización y las divisiones, que afectan tanto a la sociedad como a la vida de la Iglesia.
Como religiosos consagrados a la comunión, sentimos la urgencia de leer los signos de los tiempos a la luz del Evangelio, discerniendo la acción de Dios en las complejas realidades del mundo actual. En un contexto donde tantas conciencias se ven influenciadas por la desinformación y las noticias falsas, estamos llamados a ayudar a las personas a despertar a la verdad, fortalecer el pensamiento crítico y promover relaciones que generen confianza, diálogo y reconciliación. Reconocemos que, con frecuencia, el poder se ejerce mediante la manipulación de las conciencias. Por lo tanto, reafirmamos nuestro compromiso de vivir y dar testimonio del carisma de la comunión, construyendo puentes donde el mundo insiste en levantar muros. Queremos ser una presencia que une, sana y reconcilia: signos vivos del amor pastoral de Cristo.
En cada encuentro, experimentamos una atmósfera de fraternidad y alegría sencilla, que nos ayudó a profundizar en el compartir de la vida y la misión. Cada hermana, con sus palabras y testimonio, contribuyó al crecimiento del grupo y al fortalecimiento de nuestra identidad pastoral. Más que un tiempo de estudio, los encuentros se convirtieron en momentos de discernimiento comunitario, en los que la escucha y la oración nos ayudaron a reconocer la presencia de Dios, que sigue guiando nuestra historia.
Al concluir cada encuentro, expresamos nuestra gratitud por la oportunidad de reunirnos y crecer juntas. Regresamos a nuestras comunidades renovadas en la fe, la esperanza y el compromiso pastoral, deseosas de seguir revelando el rostro del Buen Pastor en los diversos contextos en los que vivimos y servimos, siendo una presencia que une, escucha y siembra la paz en el mundo de hoy.
Hnas. Maria Brendali Costa e Suzimara B. de Almeida, sjbp











































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